miércoles, 3 de septiembre de 2008

Una conexión especial

Estaba sentado en la oficina rodeado de papeles, el telefóno no dejaba de sonar, los clientes entraban, se sentaban, le exponían sus necesidades y salían, apenas había tenido tiempo ni de comer en condiciones, ni mucho menos tomar un café.

Su cabeza parecía a punto de sufrir un desparrame de ideas, números, vísceras y fuego. No le dolía todavía, pero sentía la espesura en la frente, detrás de los ojos, y sabía en que se convertiría esa sensación si no le ponía el freno adecuado.

Eran ya las siete de la tarde, solo le quedaba una hora más de puerta abierta al público en su pequeño negocio, pero después, una vez echado el cerrojo, desconectado el móvil de empresa y descolgado el telefóno fijo, tocaba desenmarañar la pila de papeles que se acumulaban sin orden sobre su mesa, meter los datos en el ordenador, hacer los pedidos para los dias siguientes, y resolver los pequeños problemas diarios que sus proveedores y clientes le planteaban.

Decidió aguantar el caos de su cabeza durante media hora más y después cerrar la puerta, desconectar teléfonos y salir al menos media hora a dar un paseo y despejarse antes de ponerse con el papeleo.

El teléfono volvió a sonar con martilleante repiqueteo. "A ver si le cambio el tono a este cacharro" pensó. Descolgó y repitió la frase de bienvenida aprendida durante varios años con el membrete de su negocio.

- Maquinarias Duna, ¿digamé?

- Hola cielo, ¿estas ocupado?

Esa voz ronca y sensual a través del telefono le liberó de parte del stress acumulado en cuestión de un segundo.

- Si, no, dime...

- Jajajajaja - su risa espontanea y franca le quitó otro poco de stress - ¿En que quedamos? Si estás ocupado te llamo más tarde...

- No, de verdad, me alegro mucho de oir tu voz en estos momentos, estaba un poco saturado.

- Ya lo imaginaba, por eso he pensado llamarte...

- ¿Cómo haces siempre para estar en el momento justo? - No lo decía en broma, desde que recordaba, ella nunca era inoportuna, siempre sabía en cada momento lo que él necesitaba o le apetecía hacer.

- Bueno... ya sabes, soy un poco bruja - Volvió a oir su risa al otro lado del teléfono y sintió como su corazón sonreía al imaginarla en ese instante.

- ¿Ah si? entonces dime, ¿en que estoy pensando ahora mismo?

- A ver... ¿que hora es? ¿las siete y media? estas pensando en cerrar la puerta, apagar el movil y salir a dar un paseo conmigo....

- Bingo!! Jajajajajaja. Pero me temo que va a ser dificil... ¿dónde estás?

- Anda, asómate, hombre ocupado...

Al oir estas palabras su corazón dio un vuelco. Estaba hablando con ella por teléfono y resulta que se encontraba a menos de 10 metros de él... Dejó apoyado el teléfono sobre la mesa del despacho, salió del pequeño cubículo que tenía por oficina y entonces la vio...

Estaba igual que la última vez que se encontraron, hacía más de 2 años. En ese tiempo habían pasado muchas cosas, pero a pesar de la distancia y el tiempo, su conexión seguía alli. De hecho, se había hecho más fuerte, gracias a las constantes llamadas teléfonicas, los emails, y las largas charlas nocturnas a través del messenger...

Ella se había ido fuera de la ciudad gracias a una oferta de trabajo que jamás conseguiría quedándose alli, y el la había echado mucho de menos.

Eran hermanos mellizos, aunque cada uno tuviera su vida, siempre estaban pendientes el uno del otro, complementandose a la perfección.

4 comentarios:

Sara dijo...

Lo último que me esperaba era el final... supongo que hay relaciones mucho más profundas que las sentimentales... y es que el amor tiene tantos matices que resulta imposible de clasificar.

;)

Bruja24 dijo...

En realidad... ha sido un final de última hora.
Cuando he empezado con la historia, pensaba llevarla por otro lado.
Pero me he dado cuenta de que me estaba repitiendo... Asi que esto es lo que ha salido. Me alegro de haberte sorprendido.
;-p

Nür dijo...

Bravo!!
Me ha encantado!!!
Una vez, por mi cumple, mi hermano - que no es mellizo - vino a verme a la oficina... y ni te imaginas la emoción que sentí!! (vivo fuera de casa ya 9 años... y pesan!)

Otra vez, la historia genial!
Besos,
Nür

Nür dijo...

Jajaja, la palabra a verificar ahora mismo es "uuoeeee", ¿no es genial? :D

Besos!