jueves, 30 de mayo de 2013

Te escribo esta carta para que sepas que:


Estoy enfadada.
Estoy enfadada contigo.
Estoy enfadada contigo porque te echo de menos.
Porque echo de menos tus palabras.
Porque echo de menos tus letras.
Te echo de menos y tu,
dejaste de preguntarme como estoy.
Dejaste de preocuparte por mis cosas
y de querer que yo sepa como están las tuyas.

Estoy enfadada.
Estoy enfadada conmigo.
Estoy enfadada conmigo porque te echo de menos.
Porque echo de menos tu risa.
Porque echo de menos tu boca.
Te echo de menos y tu,
dejaste de mirarme como si fuera la única.
Dejaste de querer besarme 
y de querer que yo siga besándote.

Pero lo que más echo de menos
no es que dejaras de preguntar
ni que dejases de besarme.
Lo que más echo de menos es el amigo.

Echo de menos a mi amigo.
El que me aconseja cuando se lo pido.
El que me anima cuando estoy triste o agotada.
El que me hace sufrir cuando siento que está sufriendo.
El que llora conmigo por un corazón dolido.
El que me recuerda que lo imposible, puede ser un sueño.
El que me hace volar cuando me mira y sé que me desea.
El que se sonroja cuando le hago saber de mis anhelos.
El que me hace reír cuando baila conmigo.
El que promete cafés que nunca llegan...

Y es que no hay un día...
no hay un día en el que, aún por un sólo instante,
yo no te extrañe o piense en ti.
Y sin embargo tu.... tu te has olvidado de mi?


viernes, 17 de mayo de 2013

Era un día corriente....


Él era un tipo común...
ni alto ni bajo
ni gordo ni flaco
ni feo ni guapo
pero tenía algo especial.
Quizá en sus ojos grises
quizá en sus manos tiernas
quizá eran sus ganas...
Tenía algo especial.

Ella era una chica normal...
ni baja ni alta
ni flaca ni gorda
ni guapa ni fea
pero tenía un encanto singular.
Quizá en su boca roja
quizá en su pelo largo
quizá eran sus ansias...
Tenía un encanto singular.

Era un día corriente...
de esos que en los que todo
es lo habitual.
Se cruzaron sus miradas,
sorprendidas sus bocas,
y hubo un pacto natural.
"quiero conocerte" dijo él
"yo ya te conozco" ella respondió.

Era un día corriente...
Pero tuvo algo especial y singular.

Hoy todavía se aman,
tras una vida cotidiana 
llena de normalidad.