miércoles, 17 de diciembre de 2008

Oscuridad y alevosía

Aviso a los lectores: Este texto es sólo un ejercicio de literatura, no se pretende valorar cuestiones morales ni ofender a nadie por su contenido.



Nunca sintió miedo de caminar en la oscuridad. Es más, el ligero cosquilleo que sentía en el estómago cuando deliberamente se metía por las calles más lúgubres y oscuras de su ciudad, la excitaba sobremanera.

Fantaseaba a veces con lo que pasaría si de las sombras surgiera un desconocido, y aunque era consciente del peligro real que eso representaba, jugaba con su mente a imaginar que nada malo llegaría a pasarle.

Fue creciendo y sus fantasías con ella. Se convirtió en una persona oscura, tan negra como las calles por las que le gustaba pasear. Pero sólo se permitía sacar esa oscuridad amparada en la noche, en aquellos callejones sin luz, deseosa de nuevas experiencias llevadas al limite del abismo.
Jamás salía con bolso, ni dinero, ni nada que la expusiera a otra cosa que una relación fortuita, violenta en su justa medida, aún siendo consciente de que arriesgaba la vida. Precisamente eso era lo que la mantenía viva.

Al principio, sólo salía cada mucho tiempo, cada varios meses, y nunca ocurrió nada más que algún susto al cruzarse con alguien salido de no sabía que esquina, o que algún desconocido la parara para pedirle fuego que alumbrara su cigarro en las frías noches de invierno.
Después, su necesidad de ennegrecer su alma la impulsó a salir más a menudo, un par de veces cada mes, e ir poco a poco adentrandose en nuevas calles de desconocidos barrios, que daban nuevos impulsos a su imaginación y producción de adrenalina.

La primera noche.... esa nunca la olvida. Todavía se moja entera cada vez que recuerda como sucedió todo. Caminaba tranquila, por los callejones familiares antes recorridos, sin luz, húmedos, con olor a rancio y a orín, como una noche más. Deseaba, como cada noche, una emoción extra, algo nuevo que la hiciera sufrir y gozar a la vez, algo que quedara anclado para siempre en la negrura de sus noches, en la oscuridad de su pensamiento. En ese instante notó un frio helador en su espalda, un brazo que la agarraba del cuello, una mano caliente que le tapaba la boca y la nariz, cortandole el aliento. La arrastró violentamente hacía un portal cercano que siempre pensó abandonado. Fingió resistirse, luchar apenas con su agresor unos segundos, pero enseguida se quedó inerte, a la expectativa.

Era la primera vez, no entendía muy bien todavía el mecanismo de estas cosas. No sabía qué impulsos podían mover a esa criatura que sentía tan cerca, excitándola y paralizándola de miedo al mismo tiempo. Así que decidió colaborar y no, mantenerse quieta, pero abriendo mucho los ojos para no perderse detalle, y que el otro creyera ver en ellos un terror que apenas sentía. El hombre era bastante más grande que ella, aunque no parecía excesivamente fuerte ni musculoso, más bien algo blando, pero nervioso. La tocaba sin delicadeza, manteniendo un brazo rodeandole la cara y el cuello, aunque al ver que ella no tenía intención de gritar, fue poco a poco aflojando la presión. Con la otra mano rebuscaba entre sus ropas la manera de llegar a la porción de su cuerpo que pretendía violentar y humillar, sin darse cuenta de que ella casi le facilitaba las cosas. Llevaba debajo de la fina gabardina una falda amplia, que facilitaba el acceso a sus braguitas de encaje negras. Si, le gustaba vestirse para la ocasión, por si esta se presentaba, y aquella era la noche...

Aunque el tipo apenas prestaba atención a los detalles que ella tan cuidadosamente había preparado. Lo notó torpe tocando sus bragas, manipulando hasta que consiguió bajarselas hasta las rodillas, arrugando su falda en la cintura con la gabardina apenas abiertos los botones lo suficiente para no estorbar. La empujó contra el suelo, no muy brusco, como no queriendo hacer demasiado daño. El hombre ya llevaba la bragueta abierta, y con rapidez desabrochó el boton de los pantalones que resbalaron tambien por sus piernas, descubriendo que no llevaba ropa interior, listo para la acción sin mucho impedimiento.

Con el tipo arrodillado sobre ella, sin mirarla a la cara, sin hablar, solo dos respiraciones ansiosas mezclandose en los olores del callejón, vió su polla erecta apuntando a su vientre, dejando entrever gotas de liquido que delataban su prisa y su ansia por entrar en ella y descargar. No era una gran polla, más bien tirando a corta, pero con el grosor suficiente para hacerla daño en el caso de no estar tan mojada como en ese momento se encontraba. Sus dedos torpes empezaron a buscar entre su vello púbico el agujero adecuado que le permitiría al fin descansar, y cuando sus dedos resbalaron dentro de ella, sintió que pegaba un respingo contra su cuerpo.

-Vaya, ¿te gusta esto, putita? - le susurró el hombre al oido. Ella dejó escapar un gemido al descubrir la ronca voz...
Aquello parece que le excitó, y se apresuró a empujar su duro miembro contra sus labios húmedos, ya sin cuidado de encontrar la raja que le abría el camino a su interior, sabiendo que su misma humedad lo conduciría sin remedio entre las esponjosas paredes de su cueva cálida y espesa de flujos. Comenzó un rápido vaivén, una lucha entre los dos por ver quien se movía más rapido y más violento, desesperados ambos por llegar al fin de la efímera pasión. Y casi lo lograron a la vez, entre el barullo de ropas, gruñidos y gemidos que escapaban de sus bocas, entre el olor a rancio, a sexo, a sudor y orín que impregnaba todo el callejón. Nada más eyacular, el hombre se levantó, le dió un cachete en la cara, como de agradecimiento y advertencia, y tras levantarse los pantalones, salió corriendo abrochandose el botón...

Ella se quedó unos segundos allí, en el frio suelo del portal, rememorando la experiencia, y acercó un tímido dedo al clitoris todavía palpitante, frotando con suavidad, llegando a un segundo orgasmo casi tan intenso como el primero...
Luego se levantó, notandose dolorida y magullada, se vistió, y lentamente, tomó el camino hasta su casa...
Una vez ahí, se quitó el condón femenino que siempre se colocaba antes de salir en sus expediciones nocturnas, lo tiró al váter, giró el grifo del agua caliente y entró en la ducha...

Desde aquella noche, aprovecha cada noche sin luna, las noches nubladas y sin estrellas, y las que su negrura interior la impulsan a echarse a la calle, en busca de nuevos encuentros, de gente sin alma como ella, que compartan su vacío y oscuridad durante unos pocos minutos en un sucio portal...

10 comentarios:

Enol dijo...

Buf...
Es lo más que puedo comentar ahora.
Un beso amiga.

celemin dijo...

Tengo que reconocer que alguna vez me ha seducido la idea de simular, jugar a eso, a ser forzado, pero claro cuando es deseado no es mas que un juego, y nunca debería ser otra cosa.

No sé por qué pero cierta "fuerza" siempre resulta un tanto excitante...
(Tal vez alguno de esos restos de instinto animal de dominación que todavía nos queda)

¿Por qué calles dices que vas? :-p

Bruja24 dijo...

Bueno, Chuki, espero que el buf sea por bueno y no por malo...
Cele, el instinto siempre es excitante, sobre todo en la fantasía... Uy, yo creo que jamás me atrevería a cruzar por ese tipo de calles, ni aun jugando... Creo que no tengo los mismos instintos que la protagonista.
Besotes!

Enol dijo...

Buf...
(otro "buf" de bueno)

patri dijo...

Sorprendida y encantada con el relato. Es curiosa la mente humana, tan supuestamente racional, al final priman los instintos.
Como dice celemin, cierta fuerza puede tener su gracia, pero no me veo yo vagando por callejones...
Besitos

Dr.Mikel dijo...

Me imagino que sera otro caso de identidad disociativa, por el cual una persona tiene diferentes formas de ser, con sus respectivas estructuras, pautas de conducta, criterios y formas de reacción que condicionan su forma de actuar. Dependiendo de las circunstancias o situaciones , se pasa de una personalidad a otra, de una forma alternante. Todos estamos un poco disociados, claro que no a todos nos da por echarnos a un callejón a ver que nos tiramos. Pero tambien te voy a decir una cosa mi querida brujitlla, te puedo asegurar que estas conductas no son las peores.
De todas formas que tio mas impresentable, en vez de cómo poco un beso y un adios, como agradecimiento le da un par de hostias.
bsos

Nür dijo...

Los condones no se tiran al váter!!! he dicho.

Besos y bufs (buenos)
Nür

Dr.Mikel dijo...

Una rapida pasada por tu casa para desearte felices fiestas.
Besitosssssssssss.

Juan Luis Sánchez dijo...

Hola, brujita.

Me ha parecido un relato muy bueno, no sé de dónde sacas las ideas. No me parece ofensivo. Sólo cuentas las fantasías eróticas de tu personaje y que ella se deja violar. Oye, para fantasías y gustos, colores.

Lógicamente, es muy triste que haya malnacidos que se dediquen a agredir sexualmente a otras personas. Eso es lo que está mal. Pero la Literatura es otra cosa.

Además, yo te aseguro que no fantaseo jamás con violar a nadie ni nada parecido, pero tus letras me parecen tan sensuales que mi espíritu se va del cuerpo.

Pues aprovecho que ahora estoy a tus espaldas para lanzarme sobre ti y darte un fuerte beso robado, y además, desearte que lo pases genial en Navidad. Muchas Merry Christmas y un buen puñado de happy new years. Y que los reyes magos te traigan un crítico literario que se dé cuenta del talento que tienes, alucine en colores y te dé a conocer, y te pongas de moda.

el duende dijo...

Hola, como es la primera vez que comento algo por aquí, no voy a hacer una critica literaria. El relato en sí está bien (te digo esto para que no piense que haria una critica negativa) Creo que todos tenemos un lado oscuro, solo que unos lo controlan y unos pocos lo dejan salir. Creo que tener fantasias no es malo e incluso realizar alguna tampoco lo es, pero tu protagonista juega con fuego. ¿Has leido "Las Edades de Lulú? seguramente si, asi que sabras a lo que me refiero. Si te tengo que decir que me voy a pasear por tu blog detenidamente, ya que me gusta las personas creativas y me gustan mucho mas si no tienen miedo a expresar sus ideas, como tú, en un blog.

Un saludo y como dijeron por ahi NO TIRES LOS PRESERVATIVOS AL INODORO!!!