
Me dejas,
y no entiendo nada.
Me dices adiós
y escucho el palpitar
de mi pulso acelerado
sin saber, sin sentir...
Me duele en el alma
ese reproche velado
en tu voz ahogada,
esa mirada serena
de tus ojos esquivos,
hieren como puñales
mi corazón marchito.
Quise explicarte,
quise decirte,
y no me dejaste...
Y ahora estas tan lejos
que no sé cómo pedirte,
no sé cómo...
Echo de menos tu risa
iluminar esa cara bonita,
echo de menos la luz
en tus ojos cuando
sensuales, me miran.
Trato de olvidar
los besos, las caricias,
y no lo consigo.
Me despierto cada noche
queriendo estar contigo.
Volver a perderme
en tus brazos,
poder besarte en los labios,
sólo una vez más...
cada día.
Vuelve...
y no entiendo nada.
Me dices adiós
y escucho el palpitar
de mi pulso acelerado
sin saber, sin sentir...
Me duele en el alma
ese reproche velado
en tu voz ahogada,
esa mirada serena
de tus ojos esquivos,
hieren como puñales
mi corazón marchito.
Quise explicarte,
quise decirte,
y no me dejaste...
Y ahora estas tan lejos
que no sé cómo pedirte,
no sé cómo...
Echo de menos tu risa
iluminar esa cara bonita,
echo de menos la luz
en tus ojos cuando
sensuales, me miran.
Trato de olvidar
los besos, las caricias,
y no lo consigo.
Me despierto cada noche
queriendo estar contigo.
Volver a perderme
en tus brazos,
poder besarte en los labios,
sólo una vez más...
cada día.
Vuelve...